Si queremos comprar una vivienda lo primero que tenemos que hacer es consultar nuestra inmobiliaria de confianza, en el momento en el que encontramos la casa o el piso de nuestros sueños empieza la búsqueda de la hipoteca y también calcular los impuestos que debemos pagar en cada caso y contar con el mejor asesoramiento inmobiliario. A partir del mes de diciembre hay una novedad muy importante en lo que se refiere a impuestos y es que gracias a una nueva ley los compradores no deberán pagar el tributo de actos jurídicos documentados, sino que será la entidad financiera quien tendrá que abonarlo.
¿A qué se debe este cambio? Para explicar los motivos de este cambio en la legislación fiscal tenemos que remontarnos al 16 de noviembre de 2018 cuando el Tribunal Supremo dictaminó en una sentencia que el prestatario, o sea el que pide la hipoteca, es el sujeto pasivo en las escrituras y que el único interesado en la elevación a escritura pública es el prestamista, o sea el banco, y por eso es el responsable de abonar el impuesto de datos jurídicos documentados.
Con esta sentencia se generó un gran revuelo mediático y social y finalmente el Tribunal Supremo anunció ni 24 horas después que se reunían para replantear la decisión en una reacción insólita. Además, se frenaron los recursos pendientes sobre esta cuestión para no crear jurisprudencia. Los 28 magistrados se reunieron el 6 y 7 de noviembre y tras un duro debate de 15 horas el Tribunal Supremo dio marcha atrás con 15 votos a favor de que el impuesto lo pague el cliente y 13 votos a favor de que el impuesto lo pague la entidad bancaria.
Tras el fallo del Tribunal Supremo el presidente Pedro Sánchez anunció el 8 de noviembre que el gobierno aprobó un decreto ley con el que se modifica la norma que regula el impuesto de actos jurídicos documentados para que no lo tengan que pagar los consumidores sino los bancos. Así que finalmente las entidades bancarias son las responsables de asumir este impuesto.
